Enlace Patrocinado
El pataki de Otura Meyi nace en tiempos en que los incrédulos llevaban a cabo una monstruosa cacería sobre los religiosos, ya que estos consideraban lo siguiente:
- La fe era totalmente innecesaria cuando existía muchas otras labores prioritarias, en las cuales se debía enfocar en lugar de estar perdiendo el tiempo en la adoración de dios paganos
En dicha época los practicantes de la religión afrocubana denominada cómo Religión Yoruba, debían esconder sus creencias y tradiciones ante las demás personas.
El camino donde los hijos de Orula respetan al pulpo y cangrejo
En esta brutal cacería Orunmila era considerado cómo el blanco principal, conforme iban pasando los días existían menos posibilidades para escapar de esta multitud de personas enardecidas.
Debido a que se veía atrapado sin poder escapar de aquella terrible situación, tuvo que huir de su pueblo y hogar llevando consigo su ifá.
Esta se encontraba escondida de la vista de todos en una faja, misma que situó disimuladamente sobre su cintura, la turba enardecida se dio cuenta de la partida de Orunmila.
Comenzaron inmediatamente a perseguirlo ya que estaban claros que si este permanecía vivo, continuarán las prácticas de la fe Yoruba sobre la tierra.
El pataki de Otura Meyi explica que al verse acorralado por dicha turba, escondió su tabla de ifá en una cueva de cangrejos; con la esperanza de resguardar los secretos religiosos, velando que este no cayera en manos equivocadas.
Orunmila continúo así su camino corriendo lo más que pudiese, ya que con cada paso que este daba el enemigo cada vez se podía divisar mucho más cerca.
Luego de caminar durante algunas horas pudo llegar a un barranco bañado por el mar, y al encontrarse sin salida y alguna otra escapatoria, no tuvo más opción que arrojarse al mar.
Orunmila fue salvado por un pulpo y este le hizo una promesa: Otura Meyi
Al ser abrazado por la inmensidad del mar y las olas que en este habita, Orula perdió la conciencia y un pulso que observaba a lo lejos tal espectáculo, derramó su tinta sobre la silueta del cuerpo del oráculo.
Tal acto ayudó a proteger al gran adivino de ifá, impidiendo de esta forma que este fuese descubierto por la turba vengativa mientras este se encontraba en el mar.
Los enemigos de Orunmila se acercaron al mar y al no encontrar señales de vida del adivino ni por tierra o el mar, quedaron totalmente convencidos de que había muerto en el intento de querer salvarse.
El pataki de Otura Meyi cuenta que luego de unos minutos inconsciente, Orula recupera la conciencia y al ver que había sido salvado por el pulpo, hizo la siguiente promesa:
- Mientras el mundo sea mundo, mi persona y todos los hijos de Orula tendrán prohibido comerte
Antes de iniciar su rumbo hacia tierras lejanas, Orula se dirigió hasta la cueva para recuperar su ifá y al llegar a tal sitio comenzó a rezar para que el cangrejo lo ayudase.
Dicho animal escuchó sus súplicas y este con ayuda de sus pinzas, le fue pasando al adivino una a una sus semillas consagradas.
Entonces fue así cómo el oráculo prometió ofrecer al cangrejo, el mismo respeto que profesó ante el pulpo prometiendo que los hijos de Orula no podrán comer pulpo y cangrejo.
¿Qué te ha parecido este pataki de Otura Meyi y porque los hijos de Orula, no pueden comer pulpo y cangrejo?